Ha causado la muerte de muchos niños en nuestro país y en el mundo.
Por fortuna existe una vacuna que protege contra el neumococo; la mala noticia es que cuesta 3,000 pesos.
A tal precio, no hay que ser economista para imaginar la consecuencia: los hijos de los más pobres no se vacunan o sus padres tendrán que hacer un lío para juntar los 3,000 pesos de la vacuna.
Un gobierno responsable, que cuida a su pueblo, ¿qué debe hacer, hacerse el sueco o solidarizarse con las familias y sus recién nacidos?
La respuesta del Ministerio de Salud Pública fue la correcta: tan pronto pudo anunció que absorbería los 900 millones de pesos anuales que pagan los padres para vacunar contra el neumococo.
Ha informado que los padres pueden (y deben) llevar a vacunar a sus hijos menores de 1 año a cualquier hospital sin que les cueste un chele.
Para todos y todas y totalmente gratis.
Con la vacunación gratuita contra el neumococo, cuidamos la vida de muchos niños y niñas de nuestro país
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