Como dice el maestro mexicano Armando Manzanero, “parece que fue ayer”, pero este 4 de enero, Sandro de América cumple tres años de haberse marchado.
Sin embargo, para el cantante de balada romántica, música rock y pop en castellano, compositor, músico y actor argentino, “La vida continúa”, porque desde los años 60, cuando inició su carrera, la radio dominicana sigue tocando sus éxitos como el primer día.
Roberto Sánchez, su nombre de pila, fue -junto a Raphael de España- la sensación de los años 70 en República Dominicana, tanto en discos como en películas.
Las jóvenes estaban divididas, unas eran del fan club de Sandro, mientras otras estaban del lado del español.
La energía, el baile y los movimientos eróticos del argentino eran los recursos escénicos que cautivaban y enloquecían a las jóvenes de la época.
Canciones como “Rosa, Rosa”, “Quiero llenarme de ti”, “Penumbras”, “Porque yo te amo”, “Así”, “Mi amigo El Puma”, “Tengo”, “Trigal”, “Una muchacha y una guitarra”, “La vida sigue igual”, “Señor cochero”, “Como lo hice yo” y “El maniquí”, aún forman parte de la programación de muchas estaciones de radio del país.
Y cual si eso fuera poco, hay más títulos de canciones que el público de Sandro convirtió en éxitos: “Me amas y me dejas”, “Noche de amantes”, “Por algún camino”, “Por tu amor”, “Se te nota”, “Te propongo”, “Guitarras al viento”, “La juventud se va”, “La vida continúa” y “Las manos”.
Según Wikipedia, el 11 de abril de 1970, Sandro se convirtió en el primer artista latino en actuar y llenar el famoso Madison Square Garden de la ciudad de Nueva York, “con dos recitales frente a más de 50,000 espectadores”.
Filmografía. A la par con su exitosa carrera musical, Sandro de América desarrolló una amplia labor cinematográfica como actor y hasta como director:
“Convención de vagabundos” (1965), “Tacuara y Chamorro, pichones de hombres” (1967), “Quiero llenarme de ti” (1969), “La vida continúa” (1969), “Gitano” (1970), “Muchacho” (1970), “Siempre te amaré” (1971), “Embrujo de amor” (1971), “Destino de un capricho” (1972), “El deseo de vivir” (1973), “Operación rosa rosa” (1974), “Tú me enloqueces” (1976) y “Subí que te llevo” (1980).
El rico legado que dejó Sandro en la música y el cine mantendrá viva su memoria a través de los años.
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