La Policía japonesa cerró una red de burdeles ilegales en Tokio para la gente de avanzada edad. Entre las prostitutas arrestadas la más joven tiene 40 años, mientras que la más anciana es de 98 años y se dedica a este trabajo desde la Segunda Guerra Mundial.
Al término del operativo, la policía anunció que la prostituta más joven tiene 40 años, mientras que la más anciana tienen 98 años, quienes fueron detenidas y puestas a disposición de las autoridades junto con sus compañeras de trabajo.
Fuentes allegadas declararon que la mujer de 98 se ha dedicado al negocio del 'placer' desde la Segunda Guerra Mundial.
En todo Japón la prostitución está prohibida, por lo que negocios como este ofrecen servicios como masajes y sexo oral, los cuales no están estipulados para su penalización.
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