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lunes, 11 de febrero de 2013

Guardia hispana federal arrestada por relación sexual con asesino de policías

"Me sentí vulnerable, quería ser amada y ahora voy a tener un hijo de él", dijo la acusada


NUEVA YORK._ Nancy González, una guardia federal de corrección y residente en Long Island, fue arrestada y acusada por las autoridades de aprovechar su posición para sostener frecuentes relaciones sexuales con el reo Ronell Wilson, sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de dos policías en Brooklyn y que posiblemente sea ejecutado con inyección letal cuando sea llevado a un nuevo juicio. Ella tenía a su cargo la vigilancia del recluso y la relación se entabló entre marzo y agosto del 2012, quedando embarazada.
La oficial que trabajaba en el Centro Metropolitano Correccional de Brooklyn (MCC), una cárcel federal donde se confinan a los criminales considerados más violentos y peligrosos de Nueva York, admitió que está embarazada de Wilson y podría ser condenada a 15 años de cárcel por su relación con el afroamericano.
González dijo ayer lunes a medios locales que "Me sentía vulnerable, me arriesgué y quería ser amada y ahora estoy esperando su bebé", dijo ella a los reporteros cuando la abordaron a la salida de la Corte Federal.
Tiene ocho meses de embarazo del preso y conocía muy bien el motivo por el cual Wilson fue condenado a muerte, pero se ha salvado momentáneamente de la ejecución debido a que en una apelación se comprobó un fallo técnico en el juicio en el que fue condenado.
Los fiscales federales esperan que sea sentenciado nuevamente después que se revisen todas las mociones y se pongan sobre el tapete las evidencias.
González de 29 años de edad fue detenida por agentes federales en su casa del vecindario Huntington en Long Island ayer martes en la mañana y acusada en la tarde en la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn.
El recluso de 30 años, asesinó a los agentes encubiertos Rodney Andrews y James Nemorin, cuando los oficiales participaban en una venta y compra de armas en la que estaba involucrado el condenado.
González supuestamente otorgó privilegios a Wilson y fue vista saliendo de la celda del interno después de sostener relaciones sexuales. Wilson estaba con sus pantalones abajo y exponiendo sus genitales.
La ex oficial buscaba darle al preso algún tipo de esperanza para que no sea ejecutado por inyección letal como establece la sentencia original, teniendo un hijo de él.
González  quedó embarazada en junio del 2012. En agosto Wilson fue confinado en una solitaria en tanto avanzaban las investigaciones de su relación sentimental con la ex oficial.
Después de ser condenado en el 2007 por asesinar a sangre fría a los policías, Wilson escribió una carta a otro preso en la que le amenazaba con quitarse la vida y decía que "sólo necesito tener un bebé para dejar algo detrás de mí".
Cuando fue condenado a la inyección letal una Corte Federal de Apelaciones anuló la sentencia alegando un "error procesal", pero volverá a ser sentenciado a finales de este año, enfrentándose nuevamente a esa misma condena o a otras cadenas perpetuas.
En una audiencia celebrada en noviembre del 2012, se argumentó que es retrasado mental y por tanto, no se le puede ejecutar.
El juez Nicholas Garaufis que liberó hace unos días al dominicano William López, quien estuvo 23 años preso siendo inocente de un asesinato, no ha dado a conocer su decisión sobre los presuntos problemas siquiátricos de Wilson.
El presidente de la Asociación de Detectives de Nueva York, Michael Palladino dijo que si el plan de Wilson para embarazar a González, fue diseñado y planeado para tratar de salvarse de la muerte, es obvio que se trata de un retardado mental.
La hispana le habría dicho a la madre de Wilson que ella está dispuesta a confesar su parte, pero de ninguna manera se prestará a que se ejecute a alguien.
Un nuevo jurado será escogido para el segundo juicio al asesino ante el que los fiscales, argumentarán que Wilson es un peligro de altísimo riesgo para la sociedad y por tanto no merece vivir.
Pertenece a la peligrosa pandilla The Bloods y tiene habilidad en manipular a funcionarios de prisiones, como demuestra el caso de González, alegará la fiscalía.
Y eso, concluyen los fiscales, lo convierten en un sujeto de alto riesgo para escapar o transmitir mensajes a sus cómplices fuera de la prisión.

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