Trabajadores de un matadero quedaron francamente aturdidos cuando un toro se arrodilló ante ellos y soltó algunas lágrimas, justó en el momento que lo iban a matar.
El toro simplemente se puso a chillar y a los trabajadores les resultó imposible
moverlo. Conmovidos por las ganas de vivir del animal, algunos de los empleados del matadero decidieron reunir dinero y comprar el toro para darlo en donación a los monjes budistas y que se hicieran cargo de él.
Entonces y sólo entonces, el toro al saberse a salvo decidió levantarse y dejar el camino libre para la siguiente víctima mortal, indicó sdpnoticias.com.
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