Ante miles de fieles y más de un centenar de representantes políticos, el papa Francisco ha hecho un llamamiento a "custodiar" la creación y a proteger a los eslabones más débiles de la sociedad. "No temáis a la bondad y a la ternura", ha afirmado, al tiempo que ha asegurado que quiere ser el papa de los "pobres".
"Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro", ha señalado en la solemne misa de inicio del pontificado.
El papa argentino, de 76 años, ha asegurado que cuando el hombre falla en esa responsabilidad, "cuando no nos preocupamos por la creación y por los hermanos, entonces gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido". "Por desgracia, en todas las épocas de la historia existen Herodes que traman planes de muerte, destruyen y desfiguran el rostro del hombre y de la mujer", ha manifestado ante las delegaciones de 132 países.
Francisco ha subrayado que el poder del papa es el servicio a los otros, "especialmente a los más pobres, los más débiles, los más pequeños, el hambriento, el sediento, el forastero, el desnudo, el enfermo y el encarcelado".
Fiel a su estilo sencillo, ha pronunciado una homilía breve y cercana. "Ha hecho una síntesis magnífica dirigiéndose a todo el mundo de forma muy clara. Se aprecia un nuevo lenguaje, muy coherente. Sus gestos y acciones coinciden con sus palabras. Ha puesto el acento lo positivo. Ha sido un mensaje iluminador", afirma a TVE Ninfa Watt, vicedecana de la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca.
El obispo de Roma también ha tenido unas palabras de recuerdo al papa emérito, Benedicto XVI, que hoy celebra su santo, san José. "Doy gracias al Señor por poder celebrar esta Santa Misa de comienzo del ministerio petrino en la solemnidad de san José, esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia universal. Es una coincidencia muy rica de significado, y es también el onomástico de mi venerado Predecesor: le estamos cercanos con la oración, llena de afecto y gratitud", ha señalado.
Esta misa ha sido diferente a la de otros inicios de papado por expreso deseo del papa Francisco, que hasta ahora ha predicado la humildad y la sencillez. El evangelio se ha leído en griego y no en latín, el pontífice ha pronuncido la homilía en italiano y han sido 500 sacerdotes y no él quienes han impartido la comunición. Además, no ha habido una procesión de ofrendas de los fieles sino de monaguillos, al final de la ceremonia se ha cantado un Te Deum de acción de gracias y no ha habido ángelus y las lecturas no han estado relacionadas con el rito de la Inauguración del Pontificado sino que han sido las que corresponden a la festividad de San José.
El palio y el anillo del Pescador
La misa de inicio de pontificado del papa Francisco es la primera en la que se reza en árabe. También se ha rezado en suajili y en chino. Y, además, ha participado el patriarca de la Iglesia de Constantinopla, Bartolomé I. "La primera vez desde el cisma en 1054", apunta el corresponsal de RNE en Roma, Iñaki Díez.
Antes de la ceremonia, el cardenal protodiácono Jean Louis Tauran ha colocado a Jorge María Bergoglio el palio, antigua insignia episcopal, y el decano, Angelo Sodano, el anillo del Pescador, símbolos del pontificado, con lo que comienza oficialmente el papado del primer pontífice jesuita y latinoamericano.
El cardenal Tauran -el mismo que anunció el habemus papam- ha impuesto el palio, una estola de 2,60 metros de largo sobre la cual hay cinco cruces rojas. Esta insignia episcopal, tejida con lanas de ovejas y corderos, simboliza al Buen Pastor que carga sobre sus hombros al hombre al que ha encontrado como oveja perdida.
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