Expresó que con esta obra se busca “salvar la salud del pueblo dominicano, que está totalmente contaminada”. Montás declaró que una de las debilidades más grandes que tienen la capital y la provincia Santo Domingo es el alcantarillado sanitario y, sobre todo, las aguas residuales.
“Tenemos cientos de años contaminando los ríos Ozama, Isabela y Haina, los depósitos de las aguas subterráneas, más el litoral sur de la ciudad de Santo Domingo”, expresó Montás. Señaló que la densidad poblacional crece continuamente, sin embargo Montás manifestó que solo el cinco por ciento de la población es servida con aguas tratadas. Advirtió que hay que buscarle una solución definitiva a este problema, “porque tenemos que salvar esos acuíferos que estamos perdiendo, de los cuales nos abastecemos de agua potable”.
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