Rafelín Hernández intérprete del “Pavo y el burro” uno de los temas más sonados en temporada navideña asegura que en estos tiempos el merengue carece de buenos intérpretes y que de ahí proviene la poca presencia del género en patronales y demás fiestas populares.
El cantante piensa que con el paso de los años, grandes industrias musicales han caído, tras haber perdido el Norte de aquellos años dorados.
“Antes se buscaba talento, ahora cualquiera que tenga dinero se hace llamar artista”, dice.
Hernández lamenta que en sus años de apogeo no contara con la suficiente madurez para evitar dejarse seducir por los vicios y que al igual que otros de sus compañeros de aquel entonces, quedara atrapado en las garras de las drogas y el alcohol.
“Hoy lejos de las adicciones que me tenían preso durante largos años de mi vida, solo me queda la satisfacción de haber logrado trascender en un momento en que la industria musical era más exigente y el esfuerzo debía ser mayor”.
Al preguntarle si había sido víctima de malas influencias que le llevaran a las drogas, dijo que no es honesto culpar a otros de las malas decisiones que se toman en un determinado momento.
“Nadie me obligó, yo lo decidí y pagué muy caro por mi error”, expresa.
El artista que se inició en la década de los 80s en la popular orquesta “Los Hijos de Rey” pide a los empresarios artísticos que retomen la búsqueda de verdaderos artistas, pues considera éste un país minado de grandes prospectos que esperan por una oportunidad.
Estas declaraciones fueron ofrecidas a los comunicadores Félix Tena y José Abreu, en el programa Panorama Nacional que se transmite cada Sábado, de 6:00 a 7:00 de la noche, por Sport Visión, Canal 35. (Marlene de los Santos)
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